Gracias a años de lucha, los docentes y estudiantes de la carrera de Historia logramos que la Junta de nuestra carrera fuese la única independiente políticamente de las autoridades de la facultad. Sin embargo el año pasado la gestión kirchnerista logró pasar por encima del mandato de una masiva asamblea interclaustros de la carrera que votó la re-reelección de Rodriguez Otero, he impuso un director afín. Para este objetivo reaccionario, las autoridades se aliaron con los representantes del claustro de profesores de historia, una camarilla absolutamente minoritaria, y contaron también con el inestimable apoyo de la mayoría estudiantil, La Mariátegui, que desconoció la asamblea interclaustros y sentó a sus representantes en la junta para votar al candidato de la gestión K.
Este año arrancamos con una decana, Graciela Morgade, que pretende continuar con las políticas de ajuste de la gestión de Trinchero y cia, y con una del departamento encabezado por Campagno totalmente adaptado a esta política.
Las consecuencias están a la vista de todos: las dificultades en los horarios de cursada debido al pase de prácticos a la mañana y tarde son explicados, según las propias palabras del director Campagno, por que “Historia solo posee 5 aulas asignadas por módulo horario”. De reclamar por la construcción del edificio que la gestión se comprometió a construir en 2010 para paliar el problema de la falta de aulas, ni una palabra.
En el Consejo Directivo de la facultad la gestión rechazó designaciones docentes en materias como HSG o PHA. Lo que ocurre es que la gestión pretende para Historia lo que ya ha hecho en Letras y Filosofía, limitar la cantidad de docentes ad honorem a partir de rechazar designaciones, limitando la oferta de prácticos y superpoblando los pocos nocturnos. Una política simil IndeK, bajamos la cantidad de gente que no cobra por la vía de rechazar designaciones necesarias para el correcto funcionamiento de nuestra carrera. De luchar por presupuesto, ni una palabra. Esta tarea de ajuste lleva a justificar la imposición criterios antipedagógicos y antigremiales, como designar un docente cada cincuenta alumnos como piso, en lugar del uno cada treinta como techo. Cabe mencionar que Morgade contó con el voto positivo del consejero de graduados de La Juntada-Movimiento por graduados para esta noble tarea.
La base de este ajuste esta en el desfinanciamiento por parte del gobierno nacional y la gestión de Barbieri en la UBA. La falta de presupuesto ha llevado al ridículo que en la Junta de Historia se discuta durante dos meses qué docentes priorizar para el cobro de su salario. Si los que se encuentran más próximos a jubilarse y no cobran por todas sus horas cátedra o los docentes ad honorem que no han visto todavía un solo peso de la UBA por su labor. El reparto de la miseria toma ribetes escandalosos.
En el mismo sentido, la gestión ha concretado en el último Consejo Directivo el bochornoso despido de Octavio Colombo, docente del Instituto de Investigación de Historia Antigua y Medieval, por razones meramente político-clientelares. Han dejado a un docente sin renta para reforzar abiertamente cargos de gestión política.
La gestión del departamento (Campagno, profesores, HH y La Mariátegui) se han negado a pronunciarse políticamente en la Junta en rechazo a todas estas políticas clientelares y de ajuste y rechazan denunciar a las autoridades que las desarrollan; como sí hemos hecho desde la minoría estudiantil La Comuna- UJS PO.
Frente a estos atropellos consideramos necesario desarrollar un debate de toda la carrera y tomar iniciativas como estudiantes y docentes. Con este objetivo convocamos a una Asamblea Interclaustros de la carrera de Historia para el día martes 22 a las 19 hs en el hall del tercer piso de la facultad.
La Comuna-Partido Obrero
Minoría en la junta departamental de historia
Presidencia CEFYL
