viernes, 28 de diciembre de 2012

LA BANCARROTA POLÍTICA DE LA JUNTADA COMO CONDUCCIÓN DEL CENTRO



Después de un prolongado silencio, la conducción del Centro de estudiantes sacó un comunicado sobre la situación de los espacios de Publicaciones, en el que sorprendentemente no da cuenta de ninguno de los problemas planteados. A un punto tal que La Juntada esquiva incluso mencionar lo que destapó la olla: que las finanzas del centro de estudiantes fueron incapaces de hacer frente a los sueldos de diciembre y a los aguinaldos previamente acordados.

Acá no pasa na´

A pesar de que diga lo contrario, la conducción ha ocultado esta situación al conjunto de los estudiantes. De otra forma no se explica que los becarios del centro se enteraran que no trabajarían durante diciembre… el 30 de noviembre!
Es mentira que no supiesen de la situación hasta el fin del cuatrimestre, a mediado de año ya habían dado marcha atrás con un aumento del 15% prometido a los trabajadores sorteados; además la deserción fue notoria durante todo el año para cualquiera que transitase por la secretaria de publicaciones.
Durante la última campaña electoral, La Juntada se apegó a su ya conocido libreto de “juntos venimos bien”, negando rotundamente que éste fuese el escenario. La conducción atina tardíamente a ver la creciente deserción estudiantil como uno de los factores de caída de las ventas del centro. Pero fuimos el Partido Obrero y el Plenario de Izquierda los que denunciamos esta deserción frente a cada uno de los estudiantes de filo, explicando por qué el decano avanzaba en sus políticas expulsivas, mientras La Juntada ninguneaba la situación.
Ni hace falta aclarar que no existió ninguna campaña que llame a defender las finanzas del CEFyL contra los ataques de la gestión. Tal cosa no podría darse con esta conducción, puesto que dejaría al desnudo su complicidad. No olvidemos que este año el Centro de estudiantes perdió el control de las becas de apuntes, lo que le permitió a la gestión avanzar en un duro ajuste que no podía sino redundar en una fuerte caída de las ventas del centro y en un mayor beneficio para los kioskos privados. Para esta tarea, el decano Trinchero contó con la ayuda de la campaña de La Juntada, que pregonaba la necesidad de un “nuevo sistema de becas con asignación directa”.
 

El que calla, otorga

La gestión se ha excusado en la supuesta falta de claridad de las cuentas del centro para atacar incontables veces sus finanzas, sobre todo a partir de ajustes en las becas. Por eso cobra tanta relevancia lo que marcamos en nuestro anterior comunicado (que puede verse ACÁ): desde que La Juntada está al frente del Centro de estudiantes, ninguno de sus organismos ha aprobado ningún balance de los espacios. El único presentado fue rechazado (¡con el voto de la propia Juntada!) porque era una falsificación con el objetivo de desprestigiar a la conducción saliente.
Para hacer frente a una campaña de defensa de los espacios del centro esta situación tiene que revertirse inmediatamente. Sin embargo La Juntada, que tilda de “amarillistas” a los que marcamos esta situación, elige callar al respecto. Una política sin rumbo.

 
Cosecharás tu siembra

Después de dos años de una conducción que se ha caracterizado por sus estériles intentos de “convivir” con la gestión de Trinchero, tenemos los resultados a la vista.
Un CEFyL que no sólo tiene sus finanzas en rojo, sino que de a poco pierde su función específica: la de garantizar la cursada de los compañeros, ubicándose a su vez como referencia política de la pelea para que sea el Estado el que se haga cargo de las mismas.
En este punto, es notable la ausencia total de Trinchero y la gestión en el comunicado de la conducción del centro. “Borrar” del medio al principal responsable del ajuste a las becas y de la deserción sólo puede ser intencional ¿Tendrán miedo de enfrentarlo o de lo que éste pueda sacar a la luz? No nos olvidemos que el propio Trinchero se amparó en un supuesto “acuerdo de toda la comunidad académica” para desguazar las becas de apuntes.
Para colmo, la “salida” que propone La Juntada al 26 de diciembre (!) es sortear más puestos de trabajo (A pesar de que hace un mes se preveía reducir los puestos a sortear ¿Qué cambió?). ¿Cómo va a ayudar esto a mejorar la situación del CEFyL y sus finanzas?
Tenemos que organizarnos con el conjunto de los estudiantes  para reclamarle al Estado y a Trinchero que se hagan cargo de un subsidio para garantizar el funcionamiento del Centro.
Estamos frente a una profunda bancarrota política de la conducción del Centro, fruto del fracaso de su política de “coexistencia pacífica” con la gestión. Necesitamos poner al CEFyL nuevamente en el camino de la lucha independiente por nuestros reclamos.

martes, 18 de diciembre de 2012

NO A LA RE-RE ELECCIÓN DE HALLU


Cuando asumió en medio de una feroz represión, el actual rector Hallú prometió reformar los Estatutos para cumplir el sentido reclamo de la democratización del gobierno universitario.
Está llegando al fin de su segundo mandato y no ha movido ni un dedo en ese sentido. Todo sigue tal como era antes.
Pero no contento con incumplir su promesa, pretende ir por más, postulándose para un tercer mandato como rector de la UBA.
Para lograrlo, sin embargo, debe violar el Estatuto de la UBA, que según la modificación realizada en 1998 habilita sólo dos mandatos al frente del rectorado.
Esa disposición fue votada por el propio Hallú, que participó de Asamblea Universitaria de 1998 siendo consejero del claustro de profesores de la facultad de Veterinaria.
En su afán de ser re-reelecto, Hallú está dispuesto a violar el Estatuto que él mismo votó. El nivel moral de nuestras autoridades está por el piso.
Llamativamente, el rector que busca perpetuarse en el poder quiere aplicarle a los docentes mayores de 65 años una jubilación compulsiva que les impide seguir trabajando. No le importa a Hallú que una ley del Congreso ampara a los docentes a trabajar hasta los 70 años.
Tenemos una postal del régimen universitario actual: cesantías compulsivas de docentes por un lado, intento de perpetuación de las autoridades universitarias por el otro.
¿Qué duda, cabe, entonces, que  el planteo histórico de la FUBA de democratizar el cogobierno universitario está más vigente que nunca?
Terminamos el 2012 postulando una gran pelea del 2013: NO a la re-releección de Hallú. Democratización del gobierno universitario, que termine con el régimen de las camarillas profesorales. No a las cesantías compulsivas.

sábado, 15 de diciembre de 2012

LOS DESAFÍOS DE LA FUBA

Nunca se nos ocurrió que nuestra propuesta de realizar el Congreso de la FUBA en época de clases, o sea en marzo-abril, y no en vacaciones, con las aulas vacías y los estudiantes en sus casas, iba a recibir la oposición cerrada de nuestros compañeros de La Mella. Después de todo se trata de una propuesta elemental, que hace a las tradiciones de la izquierda, que siempre entendió que los Congresos de la Federación deben hacerse de cara a los estudiantes, no solo para rendir cuentas de lo actuado sino también para impulsar el debate, la lucha y la movilización. Los compañeros de La Mella parecen haberse olvidado que los Congresos en diciembre, en vísperas de las fiestas, siempre fueron sinónimos de Franja Morada.

Que nadie se confunda, estamos discutiendo de política, no sobre un calendario. La realización del Congreso en épocas de clases apunta a un objetivo preciso: impulsar la movilización del movimiento estudiantil contra el gobierno y su ajuste; contra las camarillas universitarias y su intento de perpetuación en el poder, negando una vez el reclamo de la democratización; unir a los estudiantes junto a los trabajadores en lucha, y desarrollar una acción política y práctica en clara demarcación de una oposición política tradicional que representa intereses hostiles contra el pueblo. Es claro que estos objetivos solo son posibles mediante una deliberación que incluya a miles y miles de estudiantes, algo que no puede hacerse en diciembre, con facultades vacías. ¿Comparte La Mellaestos objetivos? ¿Quiere una FUBA de lucha? La pregunta es legítima, toda vez que en el volante que han sacado contra nosotros omiten por completo estas tareas, aunque tampoco propone otras. Una despolitización absoluta que reduce el Congreso a un trámite burocrático.

Balance

La realización del Congreso debiera ser la oportunidad para que las corrientes que dirigen la FUBApresenten su balance político. Se trata de un procedimiento elemental; hasta las burocracias más anquilosadas cumplen con sus “memoria y balance” que, ciertamente, los trabajadores no discuten ni puede votar. No queremos eso, claro, pero mucho menos podemos estar por detrás de los Moyano, los Ongaro, los Caló o los Micheli. Dicho esto nos preguntamos, ¿cuál es el balance de la FUBA que tiene La Mella? En su texto, sacado contra nosotros, no dicen nada, de lo que se infiere que están conformes con lo actuado.

Nuestro balance, en cambio, es muy crítico. Durante el último período la FUBA ha estado muy por debajo de los desafíos que tiene el movimiento estudiantil. Sus vínculos con los estudiantes de carne y hueso se han deteriorado. Por eso la mayor parte de los estudiantes no ven a la Federación como un instrumento que les pertenece ni se sienten representados por sus iniciativas y campañas. Tampoco ha jugado el papel de ser una referencia clara política y gremial. Para decirlo con todas las letras: corremos el riesgo que la Federación se transforme en una cáscara vacía. Este es nuestro balance y preferimos ser severos y no complacientes. Lo peor, a lo que hay que huirle como peste, es al espíritu conservador que no permite criticar para avanzar. 

Nuestro balance de la FUBA es, por sobre todo, el balance de su dirección. Es aquí donde vemos el principal problema. Los organismos de dirección de la FUBA, su Junta Ejecutiva y Representativa, han sido figuras decorativas. En ausencia de ellas se instaló un método negativo, que tiende a reducir a la FUBA a un sello para operaciones políticas o relaciones internacionales. La lucha quiere ser suplantada por la entrega de diplomas o plaquetas. Esto fue señalado oportunamente por nuestra corriente en el último período, cuando denunciábamos que los compañeros de La Mella usaban el nombre de la FUBA para iniciativas de su organización, pero que jamás la Federación discutió ni mucho menos resolvió. Esta apropiación indebida es un síntoma de burocratismo inadmisible que choca con los principios más elementales. ¿Podemos continuar así? Nuestra respuesta es NO.

El método de la “copresidencia”, que nosotros no comenzamos y que luego debimos mantener por la negativa de todo un sector de la izquierda a reconocer nuestra mayoría relativa de delegados en relación a ellos, ahora La Mella lo quiere transformar en su peor variante: una parcelización de FUBA, una “tupacamarización” que la destruye como organización de lucha y de politización de la juventud. En este cuadro la “copresidencia” sería para La Mella la posibilidad de que “cada presidente” haga y deshaga en nombre de la FUBA, no solo de manera inconsulta sino contradictoria y hasta opuesta. De esto se deriva un movimiento estudiantil sin estrategia y sin política definida.

Para la UJS-PO la FUBA es algo serio. Somos la agrupación con mayor representación dentro del frente de la conducción y la única que ha participado de su dirección desde el 2001 hasta la fecha. Desde esta experiencia y autoridad hacemos este severo balance. En todos estos años combatimos el liquidacionismo de quienes nos llamaban a entregarle a la Franja Morada y al gobierno la FUBA, viendo capitulaciones en listas con tales o cuales grupos, como también combatimos a quienes quisieron transformar a la FUBA en un apéndice de una oposición oligárquica y de derecha. Llegamos hasta aquí dando esas peleas y ganándolas. Y ahora tenemos otra pelea: evitar que la FUBA se transforme en un sello de goma para intereses particulares, sin participación, sin debate, sin lucha política, sin movilización ni acción de los miles de estudiantes.

Esta Federación no aborda los nuevos problemas desde el vacío, pues tras su recuperación por parte de la izquierda fue protagonista de las luchas del movimiento piquetero, de la organización de los pasantes de Telefónica o de la batalla de los explotados de Mc Donald´s. Su lugar fue la primera fila cuando los jóvenes trabajadores del Casino se rebelaron contra el desquicio patronal; más cerca en el tiempo, la Fuba estuvo a la cabeza de las movilizaciones del “estudiantazo”. Es, finalmente, la Federación de Mariano Ferreyra, que desde el CBC de Avellaneda apoyaba a los tercerizados ferroviarios. Estas luchas del movimiento estudiantil, muchas de las cuales compartimos con nuestros aliados actuales, trazan un rumbo. ¿Podríamos no discutir tales perspectivas a la hora de determinar el plan de acción de la Fuba y la dirección que se compromete a su concreción?

Queremos ganarle a Franja y al kirchnerismo; por supuesto. Pero eso solo no alcanza. Queremos una FUBA que esté a la altura de los desafíos que enfrenta la juventud, en un cuadro de bancarrota capitalista, de agotamiento acelerado de la experiencia nacionalista del kirchnerismo, de la necesidad de enfrentar toda tentativa de giro a la derecha. ¿Opina lo mismo La Mella? No lo sabemos, pero hay datos que muestran que no. En la facultad de Psicología, por ejemplo, se aliaron a la derecha del FAP (Libres del Sur) que pregona a los gritos un acuerdo con Prat Gay y la UCR de Franja Morada en un frente contra la UJS-PO. Es pertinente preguntarle a los compañeros de La Mella, que se reclaman chavistas, si creen que yendo aliados con los partidarios de Capriles piensan que la FUBA estará en mejores condiciones de pelear contra el imperialismo y por la defensa de los procesos nacionales de nuestro continente. ¿No piensan decir nada de esto? ¿No es materia de su balance ante el movimiento estudiantil?

Una gran campaña de polémica, donde la lista resultante revolucione sus métodos –reuniones, declaraciones, plenarios- y sistematice los de la Fuba, nos coloca en mejores condiciones de derrotar políticamente al bloque saboteador. El deseo de “resolver” la elección en diciembre es un planteo conservador.

El 2013 reclama enormes desafíos. El movimiento estudiantil debe reforzar su vinculación con la clase obrera, para enfrentar los ajustes nacionales y locales, que pretenden sobre los hombros del pueblo la crisis actual. Como si esto fuera poco, la democratización de la universidad vuelve al eje con la elección de decanos y el rector, incluidos intentos rereeleccionistas. Por todos estos motivos, la elección de la dirección de la Fuba no puede estar disociada de la deliberación. No sólo debemos continuar una saludable tradición –la de los Congresos abiertos, que mal que le pese al autobombo deLa Mella la antecede por lejos-, sino dar un salto en calidad. Una lista que derrote a los enemigos del movimiento estudiantil sólo será positiva en este marco.

La UJS, como principal corriente de la actual dirección, toma en sus manos la responsabilidad de impulsar un gran Congreso cuando inicien las clases. En línea a lo señalado presentaremos nuestro balance y las propuestas de acción, de programa y de funcionamiento para hacer de la FUBA un instrumento de lucha política y gremial de los estudiantes junto a la clase obrera por una transformación social de la educación y el país.