jueves, 7 de marzo de 2013

FILO 2013



Indudablemente el año que arranca será un año de intensa lucha política. En los primeros meses nada más se desarrollaron movilizaciones de enorme importancia alrededor del aniversario de la masacre de Once, de repudio a toda la red de encubrimiento del atentado de la AMIA, los docentes de todo el país en huelga contra el decretazo que anuló su paritaria. La juventud discute y se moviliza ante desarrollo del juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, que entra en una etapa definitoria. Toda esta agitación popular estará cruzada por la inflación que bordea el 30 por ciento anual, los tarifazos en el transporte y los impuestazos que recorren municipios y provincias, la nueva crisis de deuda con los fondos buitres, el agotamiento de las cajas fiscales y el ajuste que lanza el gobierno y que reproducen opositores de centro derecha (Macri en la ciudad, De La Sota en Cordoba) y centroizquierda (Binner-Bonfati en Santa Fe). Asistimos a un 2013 en donde las elecciones marcarán un hito en la pelea por dar una salida al derrumbe del régimen del gobierno nacional.

La UBA, lejos de estar ajena a esto, aportará su condimento. El rector Hallú se está postulando para un tercer mandato, violando los estatutos que él mismo voto y sepultando definitivamente sus promesas de democratización. Por otro lado el decano de la facultad de económicas, Barbieri, por lo bajo también sueña con una postulación. En ambos casos tenemos personajes salidos del cajón de las viejas camarillas derechistas de la UBA hoy sostenidas firmemente por el gobierno "nac & pop". El planteo histórico de la FUBA de democratizar el cogobierno universitario está más vigente que nunca y será protagonista de las luchas y elecciones universitarias del año que acaba de empezar.

Nuevo escenario en filo

El cuadro político de la facultad se ha reconfigurado en todos los claustros. Las elecciones del CEFyL de fines de año pasado juegan un papel determinante en esto. En las mismas votaron 1700 compañeros menos que el año anterior, siendo que hace por lo menos cinco años que ese número venía en asenso ininterrumpido. Importa destacar esto en un centro de estudiantes cuya conducción parece más preocupada por difundir slogans que por explicar la necesidad de reforzar al CEFyL de cara a los ataques de la gestión de la facultad y del gobierno nacional. La experiencia en torno a este punto que todo un sector de la facultad ha vivido luego dos años de conducción del centro y tres en el consejo directivo por parte de La Juntada, llevó a un relativo retroceso de los naranjas en la votación.

Ocurre que durante el 2012 los ataques de Trinchero han sido del todo manifiestos. Esto fue claramente un factor del retroceso de la agrupación dedicada a legitimar la política oficial del decanato y el gobierno nacional, el FUP – La Cámpora, a pesar de haber sumado grupos como el PC a su armado electoral (retroceso que se dio también en las elecciones por carrera). No sólo el pasaje de cursadas a la mañana y la generalización de los cupos en los prácticos, que el Plenario de Izquierda fue el único en señalar, sino también la eliminación de las becas de apuntes fueron ejes del debate en la semana electoral.

Sin embargo, otro dato significativo de la elección es la dispersión del voto de la izquierda, cosa que determinó la marcada diferencia de once puntos entre la conducción y el Plenario de Izquierda. No es ningún secreto que varias agrupaciones que conformaban el Plenario decidieron retirarse del mismo, a pesar de no romper públicamente con sus lineamientos políticos. Porcentualmente, el Plenario de Izquierda sumado a las agrupaciones que formaron parte de él o que lo habían llamado a votar, incrementaron su votación. En este contexto, que la izquierda haya mantenido la Secretaría General del CEFyL sin dudas es un punto de apoyo para enfrentar la política de ajuste del gobierno y del decano Trinchero.

Graduados, profesores y la crisis en “Santa Cruz”

Una mirada superficial de las elecciones de juntas departamentales en los claustros de graduados y profesores podría destacar la continuidad de la hegemonía trincherista en prácticamente todas las juntas, incluso un relativo avance como en el caso de graduados de Letras. Sin embargo el dato político fundamental de las mismas se da en Antropología, la “Santa Cruz” de Trinchero en la que hasta ahora contaba con lista única y mayoría absoluta en ambos claustros. Ocurre que por primera vez se presentó una lista opositora en el claustro de graduados que quedó a sólo cinco votos del trincherismo.

En este año tan particular, semejante victoria pírrica fue a todas luces un revulsivo al interior de la gestión. Guevara, el ex secretario de investigación, hizo público a través de una carta de renuncia- que el propio decano solicitó-,  que la crisis en antropo tiene su origen en que la gestión luego de la lucha estudiantil del año 2010 se lanzó a un feroz enfrentamiento con el movimiento estudiantil y con todo aquel que plantee un disenso y que los manejos de los fondos públicos en particular los recursos propios de la facultad que son siendo usados en forma clientelar y poco clara. Un escándalo de proporciones mayúsculas.

Sucesión

La Facultad de Filosofía y Letras tiene por delante una transición obligada. Todos estos realineamientos importan especialmente de cara a lo que será la lucha por la sucesión de Trinchero. Ocurre que este año vence el segundo mandato del actual decano y los estatutos marcan que ya no podrá ir por la “re-re”. La ya mencionada carta de Guevara saca a la luz una fractura al interior de la gestión que marcará a fondo la lucha intestina por el decanato.

Se perfilan por un lado la secretaria de asuntos académicos, Morgade. Representando las relaciones de las camarillas de Ciencias de la Educación con el Ministerio de Educación y su política de reformas de los planes de estudio de acuerdo a las necesidades de la penetración del capital en la educación pública. Es decir, las reformas del PROHUM, la CoNEAU, la LES y el Banco Mundial.

Y por otro lado, la actual vice decana Acuña. Nada menos que la creadora del laboratorio de idiomas de filo, la gallina de los huevos de oro, que durante años le permitió a filo paliar la falta de financiamiento estatal vinculandose al mercado. El laboratorio funciona sobre la base de una brutal precarización laboral de sus docentes y el arancelamiento de los cursos, y “aporta” a los recursos propios de la facultad nada más y nada menos que 20 millones de pesos. Sin embargo, la matricula del mismo viene en picada y el futuro del Laboratorio es motivo de debate al interior de la gestión. Estos datos echan nueva luz sobre la eliminación del viejo sistema de becas de apuntes, financiado con los menguantes recursos propios con los que la gestión ha tenido un manejo clientelar de tipo “a mis amigos todo, a mis enemigos nada” (Guevara dixit).

No estamos simplemente frente camarillas en disputa y hechos de corrupción aislados, sino que se demuestra el fracaso de una gestión que asumió con tintes renovadores y progresistas, una forma "alternativa" de gestionar a la franja morada y los decanos radicales. Sin embargo ha demostrado, como denunciamos desde su elección en 2005 que venía a desarrollar una línea privatista en filo de la mano de la política general del gobierno.
No se trata de encontrar un modelo de gestión alternativo sino de pelear por la democratización de la universidad con el objetivo estratégico de modificar una orientación social capitalista en la educación y ponerla al servicio de los trabajadores y el pueblo.

Centro de Estudiantes

Como se ve, los estudiantes estamos frente a una guerra de camarillas de la que sólo podemos ser los convidados de piedra. Mantener un régimen de privilegios para un puñado de funcionarios que cobran sueldos que rondan los treinta mil pesos, en medio de una asfixia presupuestaria que sólo apunta a profundizarse, requiere ir a fondo con los negociados a costa de las condiciones de cursada de los estudiantes y trabajadores de la facultad. Este año estarán a la orden del día las luchas por la democratización del cogobierno, contra las acreditaciones a la CoNEAU, por las condiciones laborales de nuestros docentes y por defender la educación pública en general.

Necesitamos un Centro de Estudiantes que ponga sobre la mesa estos desafíos y organice a los estudiantes para superarlos enfrentando estas políticas privatistas. El silencio y la adaptación de la actual conducción sólo allanan el camino de los ajustes. La experiencia del año pasado en torno a las becas es clarificadora en ese sentido.

Esto recién empieza, sumémonos en filo y en nuestros lugares de trabajo a construir una salida por izquierda.


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