viernes, 19 de abril de 2013

HISTORIA SE MOVILIZA: Lunes 22, 17hs, aula 218


El día miércoles una masiva asamblea interclaustros de la carrera votó convocar a la junta departamental en el aula 218 para votar, por tercera vez consecutiva, a Rodríguez Otero como director. Esta es la segunda convocatoria a la junta que se realiza en el año. La primera la realizaron tres representantes del claustro de profesores (Pineau, Presta y Campagno) junto a la minoría de graduados (Haciendo Historia, Julián Kan). Esta convocatoria naufragó dado que ni los propios convocantes asistieron ¿La convocatoria luego de la asamblea del miércoles cambiará esta situación?

Escenarios posibles

El día lunes podemos encontrarnos con tres escenarios: el primero es que la lista de profesores, los graduados por minoría (Haciendo Historia) y la mayoría estudiantil (La Mariátegui), todas listas que se pusieron por fuera de la discusión dada en la asamblea interclaustros, vayan a la junta y voten por su propio candidato, Marcelo Campagno. Tienen los votos para hacerlo, ya que son seis de los nueve representantes de la junta, una mayoría clara, y ya han mostrado públicamente su voluntad de no acatar el mandato asambleario.

Este escenario es el peor de los escenarios posibles ya que pone en manos de una minoría absoluta las decisiones sobre nuestra carrera. Desde La Comuna-Partido Obrero explicamos esto y defendimos que no haya una convocatoria a la Junta hasta que avancemos en la democratización de la misma en función de reducir el peso político de una camarilla minoritaria como es el claustro de profesores y aumentemos la representación estudiantil.

En una alarde de palabrerios que no respondían como se iba a actuar en caso de que esto sucediera, Rodriguez Otero dijo que si no se lo votaba director se levantaba la junta. Sin embargo la junta va a tener un solo temario, elegir director, y ya hay una candidatura lanzada por parte de una mayoría de los consejeros. Cuando se ponga a votación las candidaturas de Otero y la de Campagno y el resultado de la votación sea tres votos para Otero y seis para Campagno, no hay vuelta atrás y la elección del nuevo director ya va a estar consumada. Luego estas mociones pasan al consejo directivo en donde la gestión de Trinchero tiene que refrendar lo votado por la afirmativa o la negativa. La insistencia de Otero para convocar a una junta en donde tenemos todo para perder solo puede obedecer a un acuerdo con la gestión trincherista en función de sus propia candidatura.

En la asamblea los que plantearon en forma irresponsable esta posición fueron los militantes de La Juntada, que dijeron que “si los profesores y la Mariategui no acatan el mandato de la asamblea deberán pagar el costo político”. Es decir que les importa un bledo que el proceso de democratización que se viene desarrollando en la carrera avance, sino que buscan de esto sacar un rédito político; oportunismo puro. No es extraño entonces tampoco que hayan sido acompañados en su afán reeleccionista por el FUP-La Cámpora, cuyo interés en la elección de Otero no pasa claramente por la democratización de la carrera ni en poner freno a las políticas de la LES-CoNEAU y la ANFHE.

El segundo escenario posible es la lista de profesores, graduados y la Mariategui no asista a la junta y no haya quorum. En este caso estaríamos en la misma situación que una semana atrás y se plantearía nuevamente, como única alternativa para avanzar, democratizar la junta YA.

El tercer escenario es que estos seis representantes asistan a la junta y acaten el mandato de la asamblea y voten por Otero. En este caso, el más improbable de todos, de todas formas queda pendiente la tarea de avanzar en modificar la estructura de la junta, dado que si sucediera este rarísimo escenario, que es al que Otero aspira, tendríamos una junta atada de manos para avanzar en los reclamos de estudiantes y docentes, ya que la mayoría de la junta, nuevamente seis sobre nueve votos (o siete sobre diez, si los profesores reemplazan a Astarita y Campagno, que renunciaron, o a Devoto, que estaría de licencia), estarían en manos de los que hoy quieren avanzar sobre las conquistas de nuestra carrera.

En cualquiera de estos escenarios, Rodríguez Otero y las agrupaciones que lo apoyan entregan la asamblea; nos han puesto en manos de fuerzas ajenas y contrarias a la asamblea: los consejeros de la Junta y el Consejo Directivo.

¿Porque la re-ree?

Como indicamos en otros materiales Otero va por su tercer mandato en la junta. En 2009 y 2011 fue votado con un programa de avanzada sobre el cual no se avanzó un paso en relación a los problemas fundamentales de la carrera. En esta etapa las autoridades de la facultad, con nuestro decano Trinchero a la cabeza, han avanzado sobre conquistas de la carrera bochando designaciones docentes, rechazando materias especiales y seminarios y lanzando a nuestros docentes a una precarización laboral cada vez más acuciante (como explicamos en otra ocasión en nuestra carrera los docentes si cobra, cada vez cobra menos, ya que se han reducido significativamente las dedicaciones exclusivas y semi exclusivas y cada vez hay más dedicaciones simples). ¿Porque entonces se repite este escenario? ¿Por un afán personal del director saliente? En los últimos dos años la adaptación de la gestión del departamento a la política de ajuste de Trinchero fue notable. Nos encontrábamos una y otra vez en la junta que el director se convertía en el abogado del diablo del decano y que nos repetía sus argumentos frente a cada rechazo de designaciones o pase de materias para otro cuatrimestre. “Faltan aulas, faltan recursos”, escuchamos. Ya lo sabemos, respondimos.

Por eso de lo que se trata es de tener una junta acorde a los intereses de docentes y estudiantes. Esa es la base de nuestra propuesta de avanzar YA con la democratización: convocar a una asamblea en donde discutamos la estructura de la nueva junta: nosotros proponemos claustro único docente y representación paritaria entre estudiantes y trabajadores e investigadores de la carrera. Podemos tomar esta u otra propuesta, pero de lo que se trata es de reducir a cero el poder político de un grupo acotado de profesores que hoy quiere avanzar sobre nuestra carrera. Propusimos que este debate no se extienda eternamente, pusimos un plazo de tres semanas y luego convocar a nuevas elecciones para conformar una nueva junta departamental sobre nuevas bases, sobre bases democráticas. Rodriguez Otero ni siquiera tomó en cuenta nuestro planteo, sólo nos propuso que le diéramos un nuevo “voto de confianza”, el tercero ya. Sin cambiar las cosas, sólo se puede aspirar a gobernar la carrera con permanentes compromisos con estos sectores minoritarios alejados de los intereses de estudiantes y docentes.

El lunes se moviliza historia

Frente a cualquier de estos escenarios lo fundamental es tener claridad sobre la situación en curso y plantear las tareas que se desprenden. Sin avanzar en la democratización la política de ajuste del gobierno nacional, la ANFHE y la CONEAU, se impondrá. Sólo la unidad docente y estudiantil, del conjunto de la facultad y de la universidad podrá poner en pie un movimiento de lucha para quebrar esta orientación privatizadora. Este año es un año especial en la UBA porque el rector privatista Hallú busca su reelección pasando por encima de los estatutos que él mismo votó. Para esto cuenta con el apoyo del gobierno nacional, como lo tuvo en el pasado, ya que fue votado en dos ocasiones con la policía en el congreso nacional. En 2006 la UBA vivió un proceso de lucha muy importante por la democratización que fue cerrado por la intervención abierta del gobierno nacional. Un año antes, en 2005, la carrera de historia vivió un proceso democratizador cuyas consecuencias se estiran hasta el día de hoy. Tomemos nuevamente la posta y pongamos a Historia a la vanguardia de la lucha por la democratización en la universidad. El lunes todos a la junta y a la asamblea interclaustros posterior a decidir cómo seguimos.

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