domingo, 19 de mayo de 2013

DEMOCRATICEMOS LA JUNTA. PORQUÉ LA ELECCIÓN DIRECTA NO ES DEMOCRATIZAR

1-¿Por qué estamos discutiendo la elección directa o no del director?

Lo hacemos porque el FUP-La Cámpora, La Juntada y el implicado directo en todo este asunto, Rodriguez Otero, han sido derrotados en su intento re-reelecionista a manos Marcelo Campagno; hoy apoyado por las camarillas profesorales y por la gestión de Trinchero.

El planteo de la elección directa del director emerge luego de esta derrota, si Otero fuese el director de la carrera, nada de esto estaría discutiéndose, como sucedió en los últimos cuatro años en donde Otero fue el director, en donde no se avanzó un paso en la democratización de la carrera.

2-¿Por qué desde hace años en historia arrastramos “el problema del director” ?

Nuestra carrera viene de una gran transición: luego de años ser dirigida por la vieja derecha radical, “los modernos”, venimos de una década marcada por el quiebre del dominio de esta camarilla profesoral.  En esta etapa nunca  se pudo ir a fondo en la democratización, pero tampoco se había permitido la restauración del dominio de estas camarillas hoy encabezadas por Campagno.

Lo que en la superficie aparece como un problema de “quien dirige, o quién es el director” y ahora su versión democratizante, “como elegimos director”, expresa un conflicto de fondo entre dos orientaciones sociales para la educación y nuestra carrera: los que la defendemos y los que quieren avanzar en la reforma de los planes de estudios en un sentido privatista, siguiendo los lineamientos de la LES menemista, la CoNEAU y el ANFHE. El gobierno nacional apoya a las camarillas derechistas para impulsar esta verdadera contrarreforma educativa; lo de Trinchero apoyando a Campagno no es la excepción sino la regla.

En los últimos diez años atravesamos cuatro experiencias distintas que no resolvieron este “empate”. 2003-2005: un director “renovador” como fue José Villaruel (Argentina III A), que terminó sus dos años de gestión retrocediendo frente a la derecha por no avanzar en la democratización. 2005-2007: la “acefalía”, los años en donde los que rechazábamos la restauración de la derecha no dimos quórum e impedimos la elección de un director “moderno”. 2007-2009, la “semi-junta”, en una de las tantas masivas asambleas interclaustros de este período, se vota conformar un organismo colegiado tripartito para encabezar la junta y reemplazar la figura del director. Este organismo debió estar integrado por un profesor, un graduado y un estudiante. El objetivo de este organismo colegiado era reducir el peso político del claustro de profesores copado por la derecha y permitir avanzar en los reclamos postergados de estudiantes y docentes. La derecha nunca dio quórum e impidió que este organismo se constituya, lo que llevó en los hechos a la conformación de una coordinación “bipartita-graduado-estudiantil”. El graduado de esta coordinación fue Rodriguez Otero. 2009-2012, durante esta etapa se votó en dos ocasiones a Otero director con programas que nunca fueron llevados adelante.

Vuelve a aparece la figura del director, esta vez no en manos de las camarillas profesorales de la derecha, sino en el espacio político de los graduados de Haciendo Historia, La Mariátegui, La Juntada y los K, que juntos votaron a Otero director. La excusa para la vuelta del director, un retroceso en relación a un organismo colectivo de dirección que por presión de la derecha nunca pudo constituirse legalmente, fue que el consejo directivo de Trinchero no tomaba las resoluciones votadas por historia porque no teníamos quórum legal ni director. La gestión K no hacía esto en vano, su objetivo siempre fue quebrar la voz de lucha de la carrera de historia y ahogar los reclamos de estudiantes y docentes en la junta departamental; como pasa en el resto de las carreras.

La elección del director en asamblea, mandatado con un programa, no resolvió los problemas de historia, ya que no se avanzó un ápice en los reclamos pendientes. Lo que si avanzó fue  el ajuste de Trinchero que rechazó designaciones docentes, seminarios y cátedras especiales, es decir que avanzó sobre las condiciones de trabajo de docentes e investigadores y estudiantes de la carrera, sin que “el director mandatado” pueda impedirlo. Tampoco pudo impedir que las camarillas profesorales se rearmen y que en la última elección presenten una lista única a la que sumaron a la Mariátegui y Haciendo Historia, ganando la mayoría del departamento, sobre la base de su actual composición antidemocrática, nunca modificada en todos estos años.  

La recurrencia de la discusión sobre el director obedece a esta trama nunca resuelta.

3- ¿Quiénes están a favor de la elección directa de las autoridades?

El FUP-La Cámpora ha concurrido a todas las asambleas a defender la elección directa del director de Historia para “solucionar el problema del director”.

La elección directa de directores (o decanos y rectores) con funciones ejecutivas es uno de los ejes de las reformas propuestas por la LES menemista (en su artículo 52)  y la CoNEAU para reformar las Universidades. Así fue implementado en las nuevas universidades creadas en el conurbano con planes de estudios recortados y devaluados y posgrados pagos. un ex presidente de este organismo dijo, sobre los órganos de cogobierno colegiados: ““Esto lleva a que la toma de decisiones sea muy compleja, ya que en ocasiones, los grupos de minoría en alianza condicionan el funcionamiento de estos cuerpos y por ende el de la gobernabilidad de la institución (…) habría que plantear una delimitación más clara entre las funciones de carácter ‘legislativo’ – en general la de los cuerpos colegiados – con las de carácter ejecutivo, a cargo de las autoridades unipersonales (decanos, rectores)”.

En la Universidad Nacional de Cuyo la elección directa acaba de ser implementada. La Asociación Docente de esta Universidad, parte de la CONADUH, ha rechazado públicamente la reforma, justamente porque elimina la intervención directa de docentes y estudiantes en el cogobierno en función de un gobierno más ejecutivo. La Cámpora, en cambio, apoyó la iniciativa de las camarillas “seudodemocratizadora” que los mantuvo en el poder.

El movimiento estudiantil, por otra parte, ha hecho su experiencia con la elección directa. En el año 2003, la carrera de Sociología luchó y consiguó (toma del Rectorado y elección organizada por la asamblea de la carrera de por medio) la elección directa del director, que se aplicó en todas las carreras de la facultad de Sociales. De esta experiencia emergen dos conclusiones: la elección de un director no eliminó la intervención de las camarillas profesorales en la vida universitaria, no fue una herramienta para que el conjunto del movimiento estudiantil y docente luchen en mejores condiciones por defender y mejorar la universidad pública, sino un elemento de gobernabilidad; por otro lado, permitió la intervención de los personalismos de graduados y profesores sobre el claustro estudiantil, a través de las listas sábana (cómo proponen ahora La Juntada y el kirchnerismo para Historia).

El planteo de La Cámpora-FUP en favor de la elección directa del director no busca democratizar, sino crear las condiciones para desguazar nuestra carrera, tal como proponen la ANFHE y la CoNEAU con la reforma del profesorado, la ampliación del CBC y de las materias didácticas en detrimento de las propias de nuestra disciplina, que pasarían al posgrado pago.

4-¿Avanzamos en la democratización de la carrera eligiendo en forma directa al director?

Si el problema de la carrera y de los organismos de cogobierno de la universidad es que un grupo minoritario, las camarillas profesorales, dirigen los destinos de trabajadores y estudiantes en forma antojadiza y antidemocrática, difícilmente resolvamos el problema trasladando el control a una sola persona.

Este planteo es el que reivindican los que quieren hacer de la educación un negocio: resolver la los problemas que trae el cogobierno que no permiten un justo ejercicio de dominio por parte de las mayorías porque las minorías hacen uso de su voz y votos para bloquear iniciativas concretas de ataque a las condiciones de cursada de estudiantes y de trabajo de docentes.

5-¿Por qué La Juntada está a favor de la elección directa?

En Historia, la elección directa del director es defendida no sólo por La Cámpora y el FUP, sino también por La Juntada, la actual conducción del centro de estudiantes. Este bloque político levanta la elección directa en función de un candidato en particular, el propio Otero.

Luego de cuatro años de Otero director la realidad de la carrera es que se impone el ajuste que impulsa Trinchero y el ministerio de educación, dirigido por La Cámpora. La Juntada apoya a Otero, con el cual Historia no avanzó un ápice en la democratización, pero no mueve un dedo como centro de estudiantes, ni en las carreras en las que encabezan representaciones estudiantiles (Letras, Antropo, Educación y Filosofìa) para luchar por la democratización. El centro está paralizado y no mueve un dedo frente a la eliminación de becas, el rechazo a designaciones docentes y la desaparición de la agenda de la construcción del edificio nuevo en el estacionamiento.

Otero y La Juntada son dos caras de la misma moneda, pasividad, quietud y adaptación al ajuste. El apoyo a la elección directa para votar a Otero tiene por objetivo depositar en “el director” la tarea de la democratización y no tener que luchar por ella.  

6-¿Qué proponemos los estudiantes y graduados del Partido Obrero?

Si se trata de poner al gobierno de la carrera en función de los intereses de las mayorías que la componen, sus estudiantes y trabajadores docentes e investigadores, el primer paso es disolver el poder de las camarillas profesorales: iguales derechos políticos para todos los docentes, eliminar los claustros de profesores y graduados, formando un CLAUSTRO ÚNICO DE DOCENTES E INVESTIGADORES.

Asimismo aumentar el número de consejeros estudiantiles. Proponemos PARIDAD entre el claustro de estudiantes y el claustro único de docentes e investigadores, siete representantes de cada uno.

Todos los miembros de este cogobierno colegiado deben ser elegidos por sistema D’Hont, es decir, una representación proporcional.

Quedaría así conformada una junta con representantes electos por el voto directo de estudiantes y trabajadores de la carrera. Desde La Comuna-Partido Obrero privilegiamos este órgano de gobierno colectivo, el que mejor puede expresar los intereses de estudiantes y trabajadores de la carrera, a través del debate constante de quienes pensamos distinto.

Insistimos en que el director como funcionario del departamento tiene que encargarse de impulsar las resoluciones de la junta, no puede estar por encima de ella, de esa forma debilitaríamos el cogobierno.

El director debe ser asistido en sus funciones por el secretario académico. Tanto el director como el secretario académico cumplen una función de ejecutar las resoluciones de la junta y por ello cobran un salario. Su función esta directamente ligada a las resoluciones de un organismo colectivo al cual están subordinados y no al revés. La junta democratizada y su dirección tiene que impulsar la unidad de docentes y estudiantes para convertir al organismo de nuestra carrera en una palanca y una voz los reclamos de la carrera. La tarea elemental para desarrollar esa unidad entre los que hacemos con nuestro trabajo y estudio la carrera es fortalecer los organismos de cogobierno.

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