lunes, 6 de mayo de 2013

PROPUESTA DE ESTUDIANTES Y DOCENTES DEL PARTIDO OBRERO PARA LA CARRERA DE HISTORIA


Luego de la elección de Campagno como director en la Junta departamental nos encontramos con una nueva situación. Luego de 6 años en donde el director se decidió en asambleas interclaustro, volvimos a fojas cero y una minoría votó su director, a espaldas de la mayoría.

Debemos rechazar esta imposición, que cuenta con el aval del decanato. Pero lo más importante es que se impuso el debate sobre la necesaria, ahora también urgente, democratización de la junta.

1-¿Por qué democratización?

Hoy la tarea en la universidad no es simplemente la pelea contra un régimen de “castas” y antidemocrático. La pelea es contra el capital y su política de privatización que se sirve de esos organismos antidemocráticos para destruir la educación e impulsar la educación privada.

La pelea por la democratización de la universidad hoy es, en primera instancia, una pelea porque la universidad sea gobernada por los que la construimos día a día con nuestro esfuerzo: trabajadores docentes, investigadores, no docentes y estudiantes, contra los privilegios acumulados de camarillas profesorales y funcionarios. Sólo la unidad de los docentes, no docentes y estudiantes podrá poner a la universidad al servicio de la reorganización de la sociedad sobre nuevas bases.

2-¿Qué es la Junta departamental y cuáles son sus funciones?

La junta es un organismo colegiado integrado, hoy, por profesores (los titulares, adjuntos y asociados regulares, es decir concursados, una absoluta minoría), graduados (en este claustro se incluye a la masa de docentes e investigadores de Puán y también a los graduados “puros”) y estudiantes. Es un organismo NO RESOLUTIVO de gobierno de nuestra carrera. El organismo que resuelve y decide efectivamente es el Consejo Directivo (CD). Las juntas sólo existen en dos facultades de toda la UBA: Filo y Sociales. En ellas se desarrollaron fuertes luchas por la democratización que llevaron a la creación de estos organismos “intermedios” entre las demandas de las carreras y los consejos directivos.

Lo que en un momento fue progresivo, la creación de estos organismos por carrera, devino en su contrario, porque hoy se han convertido en un filtro de esas demandas al auto-asumir la política de ajuste de las autoridades, y cuando esto no sucede de cualquier manera el CD las termina desestimando.

La función de las juntas es discutir y elevar propuestas de resolución bajo la forma de expedientes al consejo directivo sobre: planes de estudios, designaciones docentes, horarios, materias, seminarios, jornadas, tramites de todo tipo y color, es decir sobre el conjunto de la vida laboral y académica de las carreras.

3-¿Qué es el director de la carrera y qué funciones cumple (o debería cumplir)?

El director es un funcionario que cobra un sueldo por encabezar el departamento. Es acompañado por un secretario académico, también un funcionario rentado, que se encarga de darle forma administrativa a las resoluciones tomadas por el organismo colegiado que es la junta.

El director y el secretario académico forman parte de la junta pero no tienen voto (sólo el director, actualmente, desempata). El director y el secretario académico se encargan de informar a los miembros de la junta sobre diversos temas a resolver y luego “codifican” esas resoluciones en expedientes que deben ser tratados por el CD. Su función es puramente administrativa, no deberían tener una intervención ni política ni académica, porque esa función corresponde a los miembros de la junta votados por los diferentes claustros.

En las carreras de filo los directores son puestos por las camarillas profesorales que dirigen políticamente los claustros de graduados y a veces los de estudiantes mediante redes clientelares (cargos docentes, becas, avales académicos).

4- Nuestra propuesta

Retomando los consensos a los que el movimiento por la democratización ha llegado luego de años de lucha y debate, el Partido Obrero propone:

A-LA CONFORMACIÓN DE UN CLAUSTRO ÚNICO DE DOCENTES E INVESTIGADORES de la cada carrera o en proyectos de investigación que dependan de nuestra unidad académica.

B-EL AUMENTO DE LA PROPORCIÓN DE LA REPRESENTACIÓN ESTUDIANTIL.

C- QUE ENTRE EL CLAUSTRO ÚNICO DE DOCENTES E INVESTIGADORES Y EL CLAUSTRO DE ESTUDIANTES EXISTA EN LA JUNTA UNA PROPORCIÓN PARITARIA (mitad y mitad). De esta forma se expresaría la vida efectiva de los que hacen con su trabajo y estudio nuestra carrera.

Recapitulando, la democratización de los organismos de cogobierno no debe entenderse como una suma aritmética formal. No es una cuestión numérica sino social. Su objetivo es promover los reclamos de los que nos vemos afectados por el ajuste sobre la educación y dotarnos de las herramientas políticas que sean adecuadas para esa tarea. De lo que se trata es de eliminar la diferencia política entre el actual claustro de profesores, una verdadera minoría con intereses creados, contra la mayoría de docentes y estudiantes; con este método le damos forma a la unidad de docentes y estudiantes para avanzar unidos por los reclamos de nuestra carrera.

D- Siendo consecuentes con el planteo de que la carrera sea gobernada por los sus trabajadores e investigadores y estudiantes hacemos explicito nuestro rechazo a la participación de los graduados mal llamados “puros” en los organismo de cogobierno.

La convocatoria a votar una vez cada dos años no reemplaza de ninguna manera la participación efectiva que queremos debieran tener los graduados sobre la base de ampliar las posibilidades de incertarse en la docencia y la investigación en la Universidad.

Por el contrario, el voto de los graduados “puros” sin ninguna relación con la Universidad, es utilizado como un masa de maniobras llevada en forma punteril por las camarillas profesorales. Es decir por los que ya dirigen las carreras o por los que quieren hacerlo. La promesa de un futuro cargo a cambio de ir a empadronarse y luego votar es un hecho recurrente.

Listas de graduados como Haciendo Historia o 2013 (la lista de Otero) justifican el voto de los graduados “puros” desde una perspectiva progresista “que la Universidad no se aísle de la sociedad”. Este planteo es falso desde toda perspectiva, ya que la masa de los docentes que trabajan en nuestra carrera tienen uno o más trabajos para luego ser ad honorems en la facultad, es decir que conocen bien a la “sociedad”. Haciendo Historia, que nucleo durante años a una cantidad muy grande de graduados que luego ingresaron a la facultad a trabajar en cátedras paralelas que se conquistaron con la lucha, usa este argumento para mantener un método que no puede ser llamado de otra forma que clientelar.

5- Sobre la elección directa del director

Retomando las reales funciones del director de la carrera, ser expresión de los debates dados por un organismo colegiado, rechazamos la elección directa. La elección de una persona que este por encima de los claustros, que no tenga derecho a voto, simplemente genera la siguiente contradicción: votaríamos por un lado representantes de los diferentes claustros, que asumirían con un determinado programa, y un director, que podría portar otro programa, lo cual llevaría a la junta a la parálisis.

Este planteo de elección directa lo presentan agrupaciones como La Cámpora paraevitar los problemas que tenemos todos los años con la elección del director y de los problemas que esto genera. Lo que este planteo oculta es queresolveríael problema del director, pero generando uno nuevo, que es la contradicción entre la junta, cualquiera sea su conformación y el director, dado que esta figurabonapartistaen términos formales, estaría por encima de la junta, pero no tendría el poder de decisión de resolución que si tiene la junta. RECHAZAMOS LA PONDERACIÓN DE FIGURAS UNIPERSONALES POR SOBRE LAS DE LOS ORGANISMOS COLECTIVOS.

La historia de la lucha por la democratización del movimiento ya nos dio un ejemplo de elección directa del director. En la carrera de sociología luego de una gran lucha dada en 2002 se logró una elección directa del director, pero con voto ponderado, es decir que se sigue manteniendo el claustro de profesores y que su voto vale proporcionalmente más que el de estudiantes. Es decir que la elección directa NO RESOLVIÓ el problema. Por otra parte, en esa facultad la votación de los representantes de la junta y el propio director se vota en una lista única en donde cada lista de estudiantes y de graduados tiene su candidato a director. El resultado más obvio ha sido el siguiente: la votación estudiantil se ve deformada por la aparición de los candidatos a director, que arrastran la votación estudiantil no a partir del programa de agrupaciones de estudiantes, con intereses estudiantiles, sino del personalismo profesoral.

La elección directa no ha solucionado los problemas de la carrera de sociología que cursa en un edificio con techos de chapa, en una ex maternidad, que tuvo un principio de incendio hace dos semanas. Como explicamos arriba el problema de la democratización no es ni una cuestión de formas, ni de números, sino de asegurar que la movilización de estudiantes y docentes desarrolle a fondo la lucha contra una orientación social de ajuste y privatización que se lleva adelante en la educación en su conjunto. La obsesión de diferentes personajes y agrupaciones enresolverel tema del director, pone en segundo plano este tema y desnuda una vocación arribista contraria a los intereses de la mayoría de nuestra carrera.

El último de los argumentos mistificadores sobre el tema de la elección directa es el ya mencionado “un hombre, un voto”, acompañado del también escuchado “así decidimos todos”. Sólo con una mirada a lo que es la vida política nacional en donde a gente como Macri, Scioli, De La Sota, Insfrán, Rodríguez Saa, CFK, Duhalde y Menem, se los ha elegido en forma “directa” muestra que esto no resuelve las luchas de intereses sociales contradictorios que se expresan en la sociedad.

Yendo a fondo con el planteo nos atrevemos a cuestionar la misma existencia de un director. Si su trabajo es puramente administrativo y no político, ¿por qué entonces necesitamos “elevar” a una figura por sobre el resto? ¿Podemos resolver este intríngulis sobre la dirección de la carrera en vez de tener un director teniendo dos secretarios académicos que cumplan las mismas funciones? Pensamos que es una posibilidad.

6-Un balance provisorio

La lucha por la democratización de la carrera fue llevada al callejón sin salida de una Junta copada por las camarillas, por la obsesión de Rodríguez Otero de ser re-reelegido. Recordamos que en sus dos mandatos previos no se avanzó un paso en la democratización y en la satisfacción de los reclamos planteados en los programas de 30 y luego de 8 puntos con los que fue votado. Otero, La Juntada y el FUP-La Cámpora llevaron a que una masiva asamblea interclaustros de la carrera, casi cuatrocientos estudiantes y docentes, vea su esfuerzo dilapidado ya que respetando la institucionalidad Otero fue derrotado por Campagno que obtuvo en la junta más votos. Sin avanzar en la democratización de la Junta ni siquiera los que fueron a votar a Otero van a poder cumplir sus deseos. Este planteo de avanzar en la democratización de la Junta y de convocar nuevas elecciones de representantes sobre la base de la nueva composición es nuestro programa desde la elección de Otero en 2011 en una asamblea de cien personas. Hoy Otero, La Juntada y los K juegan su última carta para no avanzar en la democratización que es plantear la elección directa de Otero. Sin un balance claro de esta orientación es imposible avanzar. La democratización de la carrera y la lucha por los reclamos de estudiantes y docentes, está hoy y como siempre en nuestras manos, no lo deleguemos una vez más en personajes que sólo nos han llevado a la derrota.

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